La
princesa mas joven no conseguía olvidar a su salvador. Se iba debilitando cada
vez más. Por fin, un día el rey llamó a sus hijas y les dijo:
-Ya
pasaron los tiempos tristes, ha llegado la hora de que tengáis un marido.
El rey
ordeno que los príncipes más hermosos de los alrededores fueran invitados al
palacio y puso una manzana de oro en las manos de cada uno de ellos.
Mumu se
mezclo entre ellos y extendió sus manos para conseguir una manzana. El rey
dijo:
-Aquél
que haga rodar su manzana hasta los pies de una de mis hijas, la tendrá como
esposa.
Los
nobles príncipes lo intentaron en vano. Hasta que finalmente, las manzanas de
los dos príncipes más hermosos tocaron los pies de las dos hermanas mayores.
Entonces el príncipe Mumu lanzo su manzana y esta rodó hasta los pies de la mas
joven y más bella. La pobrecilla se deshizo en lagrimas. ¡Con lo que había
soñado con su salvador y ahora el destino quería que se casase con Mumu, el
mudo! Pero el paje desapareció como si se lo hubiese tragado la tierra. Lo
llamaron en vano. Poco después, un hermoso príncipe entró al galope en el patio
de palacio montado sobre un corcel blanco.
-Soy
Mumu, tu salvador y tu esposo -declaró, sacando de su alforja la lengua del
dragón como prueba. ¡Si no me quieres como esposo, te libero de la promesa
hecha por el rey en persona! Pero Rosalinda se lanzo inmediatamente a sus
brazos.
Así
encontró Mumu su dicha.
En cuanto
a su fiel caballo, desapareció en una nube de humo. Qizas este hoy todavía en
su cueva esperando que alguien solicite su ayuda.
0.999.1 anonimo
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