Una
vez que estaba un hombre arando con dos bueyes. Vino el tigre y le
dijo que termine de arar pronto para comerlo. El hombre entonces
araba más despacio y el tigre se echó a la sombra de una jarilla.
Después el zorro se asomó a la punta de una lomita y le preguntó
al hombre lo qué estaba haciendo. El hombre calló. Después volvió
a preguntar el zorro:
Al
óir esto el tigre mismo le pide al hombre que lo eche en l'árgana.
El hombre lo hizo. Luego el zorro preguntó si ya estaban las espigas
en l'árgana y el hombre respondió que sí.
Cuando
el zorro supo que la boca de l'árgana estaba cosida, le dijo al
hombre que le pegue con el ojo 'el hacha y con el filo. El hombre
golpiaba l'árgana, con toda su fuerza, y el tigre que créiba que el
hombre 'taba de parte de él, y le pedía que no gólpie tan fuerte.
Por fin el hombre mató al tigre y como el autor de esta trampa fue
el zorro, el hombre lo quiso recompensarlo. Por eso le preguntó al
zorro:
Y
el zorro contestó:
Laureano
Aguirre, 45 años. Mollaco. Rivadavia. La Rioja, 1950.
Campesino.
Buen narrador.
Cuento
377. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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