El
gato y el zorro eran compadres. Un día el gato le dijo al zorro:
A
la noche se fueron al trapiche y entraron a una piecita que tenían
guardada la miel, por una ventanita chiquita. Ésa era la única
entrada.
-No
vaye hacer ruido, que si oye el patrón no mata. Toda la noche
comieron miel. Comieron y comieron hasta cansarse. El gato no comió
mucho porque tenía miedo de ponerse panzón y no poder pasar por la
ventanita. El zorro comió mucho y se puso panzón. Y depué dijeron
de irse. Y el gato salió por la ventana chiquita y lo esperaba al
zorro afuera. Y el zorro fue a salir y quedó trancado en la
ventanita, y le dijo al gato:
Pero
el zorro no podía salir por la panza que tenía. Y le agarró el
miedo y se puso a gritar de miedo. Y áhi no má que gritó, que
viene el patrón con lo perro y que le agarran al zorro y que le
matan. Y quedó el zorro muerto, mostrando lo diente, tirado en el
suelo.
Y
el gato que se había subido a un árbol y que del árbol le decía,
depué, cuando se fueron lo perro:
Hortensia
Fleitas, 17 años. Mburucuyá. Corrientes, 1967.
Muchacha
de pueblo. Trabaja como criada. Ha cursado algún grado de la escuela
primaria.
Cuento
443. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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