Era el matrimonio, el gallo y la gallina. Y
tuvieron doce hijos. Y entonces el zorro y la zorra supieron que el gallo y la
gallina tuvieron doce hijos. Entonces acordaron el zorro y la zorra de que se
presentase la zorra como maestra de escuela para
educarles los hijos del
gallo y la gallina.
Y fue así que un día la
zorra se presentó en la casa del gallo y la
gallina pidiendolés sus hijos como
ahijados y al mismo tiempo para educarlos. Claro que el gallo y la gallina se
interesaron porque esta señora educara a sus hijos. Y en seguida le dieron un
hijo para que lo educara la zorra, la maestra. Después volvió la zorra y se
llevó otro. Y así hasta que se llevó los doce hijos del gallo y la gallina. Pero la educación que
le dieron fue comerselós. Y ya cuando se los comieron a todos, vino la zorra a
invitarla a la gallina para que viera cómo habían adelantado los hijos.
Entonces la zorra le dijo a la gallina que le dijera a su esposo, el gallo, que
la dejara ir a ver sus hijos que estaban muy adelantados en la escuela. Y el
gallo la dejó ir a la gallina. Y también se la comieron.
Entonces el gallo se
dispuso a ir. Y claro, se iba con el zorro. Por el camino, el zorro marchaba
siempre adelante del
gallo, y el zorro quería que fuese el gallo adelante. Pero el gallo desconfiaba
y no quiso ir nunca adelante. Y le decía al zorro:
El gallo le dijo que no y no. Entonces el
zorro le dice al gallo:
Y se fue a un lado. Se
puso atrás de una mata y se puso como si hacía del cuerpo. El gallo
'taba alerta. Y de allá vino exigiendoló que fuera adelante. Y el gallo le dijo
que no y siguieron. Pero en eso el zorro se volvió de golpe para atrapar al
gallo, le hizo un agarrón, pero el gallo que iba desconfiando, se voló y se fue
a posar en las ramas de un sauce que había sobre el brocal de un pozo. Y el zorro
se fue muy apurado para ver adónde se iba el gallo. Y entonce el zorro se asomó
al pozo, cuando lo vio allí, en el agua; claro, era la imagen del gallo que se veía en el agua. Y se lanzó
al pozo, y por suerte se pudo agarrar con la boca de unas ramas, si no se va al
fondo. Y entonces el gallo se rio. Y entonce el zorro lo miró arriba y le dijo:
-¡Bah! -le dijo el gallo,
salga y escuchemé lo que le voy a decir. Allá, del lado Norte viene un capataz con siete
galgos.
Y vienen en abanico, buscando presas.
Y lo engañaba. Era que
el capataz venía del
rumbo Sur. Y se fue el zorro muy ligero. Pero cuando se acordó, el zorro estaba
entre los galgos. Y ahora viene que lo corren los galgos. Y el zorro disparó y
se metió en una cueva. El capataz se fue con los galgos, pero uno se quedó en
la puerta de la cueva.
-Estas patitas tan
ligeras que me sirvieron para disparar. Y estos ojitos que me sirvieron para
ver los galgos y hacer gambetas. Y estas orejitas que me sirvieron para oír y
escapar del
peligro. Y esta cola me estorbaba, ¿para qué me sirve? La voy a tirar...
Y empezó con las patitas a empujar la cola
para afuera. Y la sacó hasta la boca de la cueva y hasta el alcance del perro. Y el perro lu
agarró al zorro de la cola y lo mató, lo hizo pedazo.
José Savino Rojas, 91
años. General J. A. Roca, general Roca . Río
Negro, 1971.
Tomado en el hogar de
ancianos.
El
narrador ha sido uno de esos maestros que, sin título, enseñaron por vocación,
desde principios del siglo, cuando estas
poblaciones tan prósperas comenzaban a surgir en la Patagonia .
Conserva una extraordinaria lucidez mental.
Cuento 101. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 030
No hay comentarios:
Publicar un comentario