Que había una liona parida, con
cachorros, y había un zorro. Y la liona le dio de ahijaos, al zorro, los
lioncitos nuevos. Quedaron de compagres.
Entonce, en la tarde, la liona le
dijo al zorro que mirara ande había agua, si venían animales pa carnialos, pa
comere.
El zorro miró y le dijo a la
comagre que venía una cabra. La liona dijo que era muy balona,
que no le gustaba. Despué le dijo que venía una oveja. La liona le dijo que era
muy lanuda, que no le gustaba. Y despué le dijo que venía una yegua bonita,
gorda. Le contestó la liona:
Se jue al agua, la mató y la
carnió. Se pusieron los dos con el compagre zorro a carniare. La liona se comía
los pechitos gordos y al zorro le daba las tripitas. La liona le dijo al
compagre que le lleve un pedazo de carne, de lo mejor, a los ahijaditos. El
zorro 'taba enojau porque a los hijitos le mandaba carne gorda y a él le daba
tripas sucias no más. El zorro llegó con el pedazo de carne, los vio a los
lioncitos, y despué los carnió a los lioncitos y los dejó muertos. Se disparó
el zorro. Así le pagó a la liona lo que le hizo.
-Qué pícaro mi compagre, cómo me
dejó mis hijitos muertos. Lo voy a buscare hasta que lo encuentre y lo voy a
carniare.
Entonce quedó cuidando l'agua, la
liona. Áhi tenía que bajar a tomar agua el zorro. No había en otra parte, áhi
no más. El zorro sospechaba que áhi 'taba la liona, y se puso ropa negra. Y áhi
bajó el compagre zorro con una ropa negra a tomar agua.
-Parece mi compagre, pero mi
compagre no tiene ropa negra. Parece, pero nu áhi ser -decía ella sola.
Tomó agua el zorro y se jue. No lo
conoció la liona, no l'hizo nada. Pero despué se dio cuenta que el de ropa
negra era el zorro.
Y llegó el zorro. Venía con una
ropa ploma.
Cambió ropa, el zorro. La liona lo 'taba mirando y lo conoció.
Esperó que tomara agua y le salió
cayendo de atrás. Lo siguió, lo siguió hasta que lo llevaba casi alcanzando. Lo
llevaba cerquita. El zorro se le bajó por un arenal y quedó atrás la liona. Y
lo perdió.
El zorro se puso a dormir en
l'arenita, cansao, descansando. Y los mosquitos le pasaban por la boca. Los
moscos lo dispertaban pa que se disparara, porque áhi venía la liona. Y en eso
lo pilló la comagre liona.
Margarita Caro de Candia, 46 años.
Guaraco. Andacollo. Minas. Neuquén. 1960.
La narradora ha concurrido a la
escuela comarcana pero aún conserva rasgos de la rusticidad del ambiente.
El cuento ofrece elementos no comunes en los cuentos argentinos: la leona como protagonista, la venganza ejercida en los cachorros y el zorro desollado vivo.
Cuento 233. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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