Se formó una carrera entre el sapo y el avestruz y
quedaron invitaos para un domingo.
El avestruz se reía del sapo y 'taba seguro que le ganaba. Todos
los animales creían lo mismo, que qué le iba a ganar el sapo.
Y el sapo juntó muchos sapitos y los
puso por donde iban a correr. Y en la raya, al final, puso un sapo grandote.
Y se hizo la carrera, y largaron el
sapo y el avestruz. Y el avestruz corría, y iban saltando adelante del avestruz los sapitos.
El avestruz no quería crer que le ganaba el sapo y corría más. Y cuando iba a
llegar a la raya, salió el sapo grande y le dice al avestruz:
Arturo Aguilera, 76
años. Uspallata. Mendoza ,
1959.
Buen narrador.
Cuento 484. Fuente:
Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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