Güeno... El quirquincho había sabido vivir cerca di una
bodega, y que él empezó a entrar y halló una pileta con vino. Tomaba vino en
una piletita. Y empezó a entrar áhi.
-Compadre, ¿no quiere que vamos a tomar
vino? Yo tengo una piletita muy linda. Áhi tomo vino todas las noches.
Pero no había caso, el zorro estaba
corajudo porque había tomado vino y gritaba no más. Y luego d'eso jue sentido
por los perros y los corrieron, pero se alcanzaron a escapar.
Y así volvieron otras noches y el zorro
se chumaba y gritaba no más y venían los perros y los corrían, hasta qui una
noche lo agarraron al zorro. Eso le pasó por gritón. El quirquincho, como sabe andar calladito,
volvía todas las noches y tomaba vino y no lo pillaron nunca porque no metía
bulla.
Ramón Sánchez, 67 años.
Real del Cadillo. General Roca. La
Rioja , 1950.
Campesino inteligente.
Cuento 430. Fuente:
Berta Elena Vidal de Battini
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