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martes, 13 de enero de 2015

Un pastor feliz

Todas la ovejas querían al pastor. Conocía a cada una en particular y a todas les había puesto nombre. Un día, no apareció y un viejo huraño ocupó su lugar.
-El pastor está muy enfermo -explicó el perro pastor a las ovejas. El doctor cree que no vivirá mucho.
Aquella noche, cuando el nuevo pastor hubo regresado a su casa, todas las ovejas se dirigieron a la casa del pastor enfermo. Se reunieron bajo la ventana y empezaron a balar suavemente.
El pastor lo oyó y comprendió cuánto iban a echarle de menos si moría. A partir de entonces, empezó a mejorar poco a poco y, a las pocas semanas, volvió a salir con sus ovejas.


0.999.1 anonimo cuento - 064

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