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martes, 13 de enero de 2015

La piel de serpiente

Había una vez una pequeña serpiente que siempre estaba metiéndose en líos, hasta que un día su madre decidió atarle la cola a la suya.
Pero, uno o dos días después, el nudo se había apretado tanto que empezaba a hacerles daño. Tiraron tanto y tan fuerte para desatarse que, en uno de los intentos, se salieron de su propia piel. Y se sintieron tan bien en la nueva que, desde aquel día, decidieron cambiársela a menudo y por eso las serpientes mudan de piel.


0.999.1 anonimo cuento - 064

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