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viernes, 9 de enero de 2015

La canica más codiciada

Juan y Gustavo jugaban a las canicas. El premio consistía en un ágata magnífica, la canica más bonita de todas. Gustavo se sintió defraudado cuando Juan la ganó.
Al volver a casa, Juan se encontró con Natalia, la hermana pequeña de Gustavo, que llevaba una preciosa pulsera. Recordó entonces que también era el cumpleaños de su hermana y que no le había comprado ningún regalo.
-Te cambio lo que quieras por la pulsera -le dijo.
-Te lo cambio por esa canica -decidió ella. Sé que a Gustavo le encanta.
Las tiendas ya estaban cerradas, Juan no tenía elección, así que aceptó y cada uno volvió a casa con el producto del cambio.
¡Imaginaos la sorpresa de Gustavo cuando su hermana le dio la preciada canica! Durante una semana fue todo amabilidad para con su hermanita.


0.999.1 anonimo cuento - 063

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