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lunes, 12 de enero de 2015

El lobo y la cigüeña

Un lobo glotón se tragó, por descuido, un hueso. Se le quedó atravesado en la garganta y, por más esfuerzos que hizo para sacárselo, todo fue en vano.
Casualmente pasaba por allí una cigüeña. El lobo le pidió ayuda.
-Amigo lobo, ¡qué glotonería la tuya! -sonrió, mientras le sacaba el hueso de la garganta con su largo pico.
La cigüeña esperaba alguna muestra de agradecimiento. Pero el lobo no dijo nada.
-¡Al menos, podías darme las gracias! -se enfureció la cigüeña, molesta.
-¿Darte las gracias? -se extrañó el lobo. ¡Puedes darte por satisfecha con que no te haya devorado cuando te tenía a mi merced entre las mandíbulas!


0.999.1 anonimo cuento - 064

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