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lunes, 12 de enero de 2015

El guante olvidado

Había una vez una jovencita que, con las prisas, salió de casa dejando olvidado sobre la mesa uno de sus guantes. Estaba ya subida en su carroza cuando descubrió su olvido, pero era demasiado tarde para volver atrás.
Sólo podía hacer una cosa: ponerse el otro guante e ir a la fiesta como si nada ocurriera.
Todo el mundo observaba con asombro el único guante. Por eso, se sintió muy aliviada cuando llegó la hora de volver a casa.
Al día siguiente, fue a otra fiesta y comprobó, estupefacta, que las demás chicas sólo llevaban un guante. ¿Por qué? Muy sencillo: la noche anterior, en la fiesta, todos pensaron que la joven había olvidado su guante consciente-mente, siguiendo una nueva moda. Y esto fue lo que sucedió. Durante todo aquel año, en todas las fiestas elegantes, nadie volvió a llevar los dos guantes a la vez. Y todo porque una jovencita olvidó un día el suyo.


0.999.1 anonimo cuento - 064

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