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jueves, 30 de agosto de 2012

Los dos reyes


Había una vez un soberano que envió en cierta ocasión un mensaje al rey del país vecino, que decía así:
«Enviadme un cerdo azul con la cola negra, o si no...»
A lo cual replicó el otro rey:
«No tengo ninguno; pero si lo tuviera...»
Al recibir el primero esta respuesta, montó en cólera y le declaró la guerra a su vecino. La lucha duró muchos meses, hasta que, ya cansados, concertaron los dos una entrevista.
-¿Qué quisisteis dar a entender -dijo el primero- al decirme: «Mandadme un cerdo azul con la cola negra, o si no...»?
-Pues, sencillamente -dijo el otro, que me enviaseis un cerdo azul con la cola negra, o si no, otro de cualquier color. Y ahora, decidme, ¿qué quisisteis significar al contestarme: «No tengo ninguno, pero si lo tuviera...»?
-Pues la cosa más sencilla del mundo: que si lo tuviese, os lo enviaría sin dilación.
-¡Dios me valga, y qué necios hemos sido! Hagamos sin demora la paz, y seamos buenos amigos.
La paz fue concertada, y la historia fue escrita con letras indelebles en los anales de ambos reinos, a fin de que sirviese de saludable advertencia a los reyes venideros, para que no se porten con ligereza y piensen bien las palabras antes de considerarse ofendidos.

999. Anonimo

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