Páginas

sábado, 18 de agosto de 2012

El mujik astuto

Erase un mujik muy pobre, pero también muy astuto. Apenas tenía un trozo de tierra para subsistir, pero estaba decidido a mejorar dé suerte; haciéndose adivino.
Un día robó las sábanas que una mujer tenía puestas a secar, y la, mujer robada se enteró de que en la aldea vivía un adivino y fue a consultarle.
-¿Qué me darás por mi trabajo? -le preguntó él.
-Una medida de harina y una libra de manteca.
El mujik aceptó la oferta y simuló murmurar palabras misteriosas mientras trazaba signos cabalísticos.
-¡Ya está! -exclamó al rato. Tus sábanas no han sido robadas, sino que las tienes escondidas en el pajar.
Y la mujer fue al lugar indicado por el mujik y encontró sus sábanas.
La fama del adivino comenzó a crecer y él a mejorar su fortuna.

999. Anonimo

No hay comentarios:

Publicar un comentario