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viernes, 29 de junio de 2012

Un juez de amplia visión


Se requería un juez, pues el último de la localidad había muerto. Se tenía constancia de la ecuanimidad y sabiduría de un yogui que vivía en un bosque cerca­no. Las sencillas gentes de la localidad decidieron nombrarlo juez, y he aquí que pronto hubo de cele­brarse la primera vista. Con tal motivo llegó una de las partes y espuso su alegato. El yogui-juez dijo:
-Tiene usted razón, toda la razón. Ahora voy a escuchar a la otra parte.
Tras escuchar a la otra parte, afirmó:
-Tiene usted razon, toda la razón.
El escribano no podía creerlo. Pero ¿qué clase de juez era ése que daba la razón a ambas partes? Enoja­do, dijo:
-Señor juez, está usted disparatando. ¿Cómo van a tener razón las dos partes?
El juez se dirigió al escribano y le dijo:
-Ciertamente tiene usted razón. ¿Cómo van a tener razón ambas partes?

El Maestro dice: Aquel que tiene amplia y clara visión ve la «razón» particular de cada persona.

Fuente: Ramiro Calle

004. Anonimo (india)

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