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viernes, 15 de junio de 2012

El duende lleva los cedazos


180. Cuento popular castellano

Había en una casa un duende que no dejaba dormir ninguna noche a la familia. Como tanta lata les daba, optaron por mu­darse de casa.
Ya habían llevado a otra casa todos los trastos, y sólo les quedaban unos cedazos. Y cuando las mujeres bajaban por la es­calera, dijo una de ellas:
-Chica, que se olvidaron los cedazos. Y el duende contestó:
-Andai, andai, ¡qué los cedazos ya los llevo yo!

Peñaranda de Duero, Burgos. Narrador XXXIX, 17 de julio, 1936.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. anonimo (castilla y leon)

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