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sábado, 16 de junio de 2012

El amigo egoista


Dos vecinos de un mismo pueblo, Roque y Tomás, fueron juntos a la ciudad. En el camino se encontraron una bolsa con dinero y Tomás se la guardó.
-¿Qué suerte hemos tenido, verdad? -dijo Roque.
-¿Qué dices? La bolsa es mía únicamente, pues la encontré yo.
Roque se calló, aunque pensando tristemente en el egoísmo de su amigo.
Más adelante, a la entrada del bosque, aparecieron unos ladrones.
-¡Estamos perdidos! -exclamó Tomás.
-Lo estarás tú, que llevas dinero, porque como yo no tengo nada...
Y Roque echó a correr, por si acaso.
-¡La bolsa o la vida! -exigieron los ladrones amenazando a Tomás.
Muerto de miedo, el egoísta se quedó sin el dinero y sin nadie que le protegiera en la soledad del bosque.
Indudablemente, lo merecía por su comportamiento.

999. Anonimo

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