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sábado, 16 de junio de 2012

Dos camaradas


Iban por el bosque dos camaradas, cuando salió a su encuentro un oso. Uno echó a correr, trepó a un árbol y se ocul­tó entre las ramas. El otro se quedó en medio del camino. Viendo que no tenía escapatoria, se arrojó al suelo y se que­dó muy quieto, haciéndose el muerto.
Llegado el oso junto a él, empezó a olerlo. El hombre retenía la respiración y creyéndole muerto, el oso se alejó.
Pasado ya el peligro, el que estaba en el árbol descendió y preguntó entre risas:
-¿Qué te ha dicho el oso al oído?
-Me ha dicho que no me fíe de los que abandonan a sus amigos en los momen­tos de peligro.

999. Anonimo

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